domingo, 21 de marzo de 2010

El placer al alcance de todos

El placer está en tus manos

Por: Mario Vargas Llosa Escritor
Domingo 21 de Marzo del 2010

Hace algún tiempo hubo un pequeño alboroto mediático en España al descubrirse que la Junta de Gobierno de Extremadura, en manos de los socialistas, había organizado, dentro de su plan de educación sexual de los escolares, unos talleres de masturbación para niños y niñas a partir de los 14 años, campaña a la que bautizó, no sin picardía, El Placer Está en tus Manos.

Ante las protestas de algunos contribuyentes de que se invirtiera de este modo el dinero de los impuestos, los voceros de la junta alegaron que la educación sexual de los niños era indispensable para "prevenir embarazos no deseados" y que, por lo tanto, las clases de masturbación servirían para "evitar males mayores". En la polémica que el asunto provocó, la Junta de Extremadura recibió las felicitaciones y el apoyo de la Junta de Andalucía, cuya consejera de Igualdad y Bienestar, Micaela Navarro, anunció que aquella iniciativa era importante y que en Andalucía comenzará en breve el lanzamiento de una campaña similar a la extremeña. De otro lado, un intento de acabar con los talleres de masturbación mediante una acción judicial que intentó una organización afín al Partido Popular y bautizada —con no menos chispa— Manos Limpias fracasó estrepitosamente, pues la Fiscalía del Tribunal de Justicia de Extremadura no dio curso a la denuncia y la archivó.

¡A masturbarse, pues, niños y niñas del mundo! Cuánta agua ha corrido en este viejísimo planeta que todavía nos soporta a los humanos, desde que, en mi niñez, los padres salesianos y los hermanos de La Salle —dos colegios en los que estudié la primaria— nos asustaban con el espantajo de que los "malos tocamientos" producían la ceguera, la tuberculosis y la imbecilidad. Ahora, seis décadas después, ¡clases de paja en las escuelas! Eso se llama progreso, señores. ¿Lo es, de veras?

La curiosidad, no la maledicencia, me acribilla el cerebro de preguntas. ¿Pondrán notas? ¿Tomarán exámenes? ¿Los talleres serán solo teóricos o también prácticos? ¿Qué proezas tendrán que realizar el alumno y la alumna para sacar la nota de excelencia y qué fiascos para ser desaprobados? ¿Dependerá de la cantidad de conocimientos que su memoria retenga o de la velocidad, cantidad y consistencia de los orgasmos que produzca la destreza táctil de chicos y chicas? No son bromas. Si se tiene la audacia de abrir talleres para iluminar a la puericia en las artes y técnicas de la masturbación, todas ellas son perfectamente pertinentes.

Diré de entrada que no tengo el menor reparo moral que oponer a la iniciativa El Placer Está en tus Manos de la Junta de Extremadura. Reconozco las buenas intenciones que la animan y admito, incluso, que, mediante campañas de esta índole no es imposible que disminuyan los embarazos no queridos. Mi crítica es de índole sensual y sexual. Me temo que en vez de liberar a los niños de las supersticiones, mentiras y prejuicios que tradicionalmente han rodeado al sexo, iniciativas como la de los talleres de masturbación lo trivialicen de tal modo que acaben por convertirlo en un ejercicio sin misterio, disociado del sentimiento y la pasión, privando de este modo a las futuras generaciones de una fuente de placer que ha irrigado hasta ahora de manera fecunda la imaginación y la creatividad de los seres humanos.

La masturbación no necesita ser enseñada, ella se descubre en la intimidad y es uno de los quehaceres humanos que funda la vida privada y va desgajando al niño, a la niña, de su entorno familiar, individualizándolos y sensibilizándolos gracias al mundo secreto de los deseos, e instruyéndolos sobre asuntos capitales como lo sagrado, el mito, el tabú, el cuerpo y el placer. Por eso, destruir los ritos privados y acabar con la discreción y el pudor que han acompañado al sexo no es combatir un prejuicio sino amputar de la vida sexual aquella dimensión que fue surgiendo en torno a ella a medida que la cultura y el desarrollo de las artes y las letras iban enriqueciéndola y convirtiéndola a ella misma en obra de arte. Sacar al sexo de las alcobas para exhibirlo en la plaza pública es, paradójicamente, no liberalizarlo sino regresarlo a los tiempos de la caverna, cuando las parejas no habían aprendido todavía a hacer el amor, solo a copular y ayuntarse, como los monos y los perros. La supuesta liberación del sexo, uno de los rasgos más acusados de la modernidad en las sociedades occidentales, dentro de la cual se inscribe esta idea de dar clases de masturbación en las escuelas, quizá consiga abolir ciertas ideas falsas y estúpidas sobre el onanismo. En buena hora. Pero también contribuirá a asestar otra puñalada al erotismo y, acaso, a abolirlo. ¿Quién saldrá ganando? No los libertarios ni los libertinos, sino los puritanos y las iglesias. Y continuará el empobrecimiento y banalización del amor que caracteriza a nuestra época.

La idea de los talleres de masturbación es un nuevo eslabón en el movimiento que, para ponerle una fecha de nacimiento, comenzó en París, en mayo de 1968, y pretende poner fin a todos los obstáculos y prevenciones, de carácter religioso e ideológico, que, desde tiempos inveterados, han reprimido la vida sexual provocando innumerables sufrimientos, sobre todo a las mujeres y a las minorías sexuales, así como frustración, neurosis y desequilibrios psíquicos de todo orden en quienes, debido a la rigidez de la moral reinante, se han visto discriminados, censurados y condenados a una insegura clandestinidad.

Este movimiento ha tenido muy saludables consecuencias, desde luego, en los países occidentales, aunque en otras culturas ha exacerbado las prohibiciones y represiones. El mito y culto de la virginidad que pesaban como una lápida sobre la mujer se han evaporado por fortuna y gracias a ello y a la generalización del uso de la píldora las mujeres gozan hoy, si no exactamente de la misma libertad que los hombres, al menos de un margen de libertad sexual infinitamente más ancho que sus abuelas y bisabuelas y que sus congéneres de los países musulmanes y tercermundistas. De otro lado, aunque sin desaparecer del todo, han ido reduciéndose los prejuicios y anatemas y las disposiciones legales que hasta hace pocos años penaban la homosexualidad y la consideraban una "práctica perversa". Poco a poco va admitiéndose en los países occidentales el matrimonio entre personas del mismo sexo con los mismos derechos que los de las parejas heterosexuales, incluido el de adoptar niños. Y, también, de manera paulatina, va extendiéndose la idea de que, en materia sexual, lo que hagan o dejen de hacer entre ellos los adultos en uso de razón y decisión, es prerrogativa suya y nadie, empezando por el Estado, debe inmiscuirse en el asunto.

Todo esto constituye un progreso, por supuesto. Pero es un error creer, como los promotores de este movimiento liberador, que, desacralizándolo, desvistiéndolo de las veladuras y rituales que lo acompañan desde hace siglos, desapareciendo de su práctica toda forma de transgresión, el sexo pasará a ser una práctica sana y normal en la ciudad.

El sexo solo es sano y normal entre los animales y las plantas. Lo fue entre nosotros, los bípedos, cuando aún no eramos humanos del todo, es decir, cuando el sexo era en nosotros desfogue del instinto y poco más que eso, una descarga física de energía que garantizaba la reproducción. La desanimalización de la especie fue un largo y complicado proceso y en él tuvo un papel decisivo la lenta aparición del individuo soberano, su emancipación de la tribu, con tendencias, disposiciones, designios, anhelos, deseos que lo diferenciaban de los demás y lo constituían como ser único e intransferible. El sexo desempeñó un papel protagónico en la creación del individuo soberano y, como mostró con más lucidez que nadie el genio de Freud, en ese dominio, el más íntimo y privado de la soberanía individual, es donde se fraguan los rasgos distintivos de cada personalidad, lo que nos pertenece como propio y nos hace diferentes de los otros. Ese es un dominio privado y secreto y debería seguir siéndolo si no queremos cegar una de las fuentes más intensas del placer y de la creatividad, es decir, de la civilización.

George Bataille no se equivocaba cuando alertó contra los riesgos de una permisividad desenfrenada en materia sexual. La desaparición de los prejuicios no puede significar la abolición de los rituales, el misterio, las formas y la discreción gracias a los cuales el sexo se civilizó y humanizó. Con sexo público, sano y normal la vida podría volverse infinitamente más aburrida, mediocre y violenta de lo que es.

JUAN DOLIO, REPÚBLICA DOMINICANA, MARZO DEL 2010



Racismo

El racismo entre nosotros

¿Cómo se oculta el racismo en nuestras prácticas cotidianas? Un acercamiento a un problema que subsiste en el inconsciente colectivo de nuestra sociedad en el Día Internacional de Lucha contra la Discriminación Racial.

Por: Jorge Paredes
Domingo 21 de Marzo del 2010

Públicamente todos condenamos el racismo. Es una práctica que hoy nadie se atrevería a defender o justificar. Sin embargo, todavía existen espacios donde la maquinaria de la discriminación se echa a andar, a veces de manera insospechada, y que dicen mucho más de cómo somos como sociedad que cualquier discurso oficial. Basta ver cualquier programa humorístico un sábado por la noche o leer los titulares de algunos diarios que dicen cosas como "Cenaida engorilada" para referirse a la congresista afrodescendiente Cenaida Uribe.

"Como el racismo ya no puede manifestarse de manera directa lo hace a través de figuras y metáforas", dice el sociólogo Pedro Pablo Ccopa. Tanto en el chiste como en ciertos mensajes afloran, como icebergs, esas ideas preconcebidas que reproducen viejos estereotipos sociales anclados en algún lugar de nuestro inconsciente colectivo.

El origen del mal
En "Racismo y mestizaje", el sociólogo Gonzalo Portocarrero rastrea los orígenes de esta práctica peruana del choleo y la discriminación, que nos impide mirarnos como iguales. En la plebe colonial —afirma—, donde nadie era enteramente blanco ni enteramente indio o negro, donde todos tenían un poco de todo, pero en diferente proporción, la posición de superioridad o inferioridad tenía que establecerse a cada momento, en cada nuevo encuentro, en un proceso arbitrario de mutuas evaluaciones. Así un individuo podía pasar como superior en un contexto y luego ser discriminado en otro cuando se confrontaba con alguien más cercano al modelo hegemónico (vale decir blanco y español). Una discriminación que ha viajado en el tiempo y que abarca otros aspectos como la forma de hablar, de vestir y la posición social y económica de cada persona. "Si bien la ideología racista ha ido desmontándose porque ya no es funcional para el sistema económico, como lo era en la época de Mariátegui, por ejemplo, todavía subsiste fuertemente en el plano de las mentalidades", dice el psicoanalista Jorge Bruce, autor de "Nos habíamos choleado tanto", libro que recoge la evolución de este lastre en nuestro medio. "Todavía para ciertos trabajos se sigue creyendo que es mejor tener a una persona cercana al estereotipo occidental e incluso para cosas más íntimas como buscar pareja o para decir quien es más bello o bella. La estética es una expresión muy resistente al cambio, aunque esto puede estar variando con el éxito de una actriz ayacuchana como Magaly Solier".

Es aberrante
"Un día, cuando caminaba por la Plaza de Armas de Piura, un hombre me detuvo y me dijo "vagina de hule"". "Y, en otra oportunidad, en las seguras calles de Miraflores, casi soy atropellada por un auto. En su interior un grupo de chicos me hacía sonidos guturales, imitando a los simios". Quien cuenta estas experiencias es Mónica Carrillo, la joven directora de Lundú, un centro de promoción de la cultura afroperuana. Según ella estos hechos aberrantes, que cuestionan nuestra propia humanidad, demuestran lo lejos que estamos de terminar con este problema social. Lundú ha lanzado esta semana un observatorio de medios para sensibilizar a la población frente a las prácticas discriminatorias. En el segundo semestre del 2009 identificaron 203 noticias racistas referidas a los afrodescendientes. Todas comparten la característica de animalizar a este grupo social como "gorilas" o "monos".

Identificación con el agresor
"El gran problema —afirma Jorge Bruce— es la identificación con el agresor o la automarginación, que produce un daño profundo en las personas". Es común escuchar la palabra blanquearse como sinónimo de alguien que busca ascender socialmente modificando sus rasgos físicos o socioculturales. "Eso tiene que ver mucho con la colonización de los imaginarios", agrega Pedro Pablo Ccopa, hecho materializado durante los tres siglos de dominación española que supusieron la desvalorización de lo indígena frente a lo español. "Se nos ha enseñado a no valorar nuestra cultura, nuestro color de piel, nuestras costumbres".

Es probable que el racismo haya iniciado la retirada, pero aún existe fuerte resistencia. Todavía la gente se confronta a sí misma y ante los demás desde supuestos valores de superioridad o inferioridad. El antídoto tiene que venir también desde el Estado con propuestas de inclusión y desarrollo para los pueblos discriminados. Todavía falta mucho camino por recorrer.

+ El miedo al otro
Según el psicoanalista Moisés Lemlij, en toda discriminación hay un doble discurso que busca justificar la crueldad ejercida. "Los mismos que afirman que debemos amar al prójimo como a uno mismo, son los que prenden la hoguera para quemar a los herejes. En toda discriminación hay un mensaje oficial que esconde un mensaje implícito. Esto sucede en el machismo que encubre un temor hacia la mujer o en quienes se ocultan detrás de la pureza ideológica de una religión para atacar a los no practicantes. Es la violencia ejercida por esos que se creen santificados. El racismo va contra un grupo vulnerable que se odia pero que en el fondo se teme. El gran riesgo del racismo es que el objeto de la segregación se la crea. Por eso es tan contaminante. Y hoy el racismo se puede disfrazar de muchas maneras, la expresión más brutal fue lo sucedido en Bagua, donde se quiso negar derechos fundamentales de los pobladores amazónicos".

domingo, 14 de marzo de 2010

Re: vocacion

ESTIMADO Rommel la Biblia tiene siglos de escrita tambien y no la leido recien. Pero no sabia que la web era una competencia de primicias jaja don t worry im kidding
sin embargo no  estoy de acuerdo necesariamente con todo lo que envio. Si los medicos ganan poco yo creo que es porque la mayoria quiere depender de un trabajo para el estado en un pais con una economia debil que no produce un b uen ingreso percapita gracias a una vision economica equivicada estatista de los ultimos anos. El dinero con que nos pagan no sale del aire sino de los impuestos que personas naturales y juridicas  pagan.
Es decir a mas empresas y mas gente trabajando habria mas dinero para pagar medicos policias y profesores.  Pero en una economia libre como la creo que es mejor tambien hay mas oportunidades para la practica privada tanto asociada como personal.
Tambien creo que entre los medicos muchos se han equivocado de profesion. Es cierto que no tienen vocacion. Veo medicos que detestan tratar pacientes, hacer historias, dar informes a familiares operar de emergencia a veces por miedo, a veces porque tienen que hacerlo en otra parte.
Y eso no es exclusivo entre los medicos; muy pocas personas se dice, trabajan en lo que le gusta
Los medicos mas bien no son la excepcion.. Ahora que algun cretino use eso como argumento para explotar a los galenos es otra cosa.

El 14 de marzo de 2010 14:13, Rommel Pinchi <rommel819@netzero.net> escribió:
Domingo, 14 de Marzo de 2010   02:12:43 p.m.

Hola Claudio
Que raro que recien hayas leido o te haya llegado este correo,pero ya tiene varios años circulando en la red.

Saludos


       Rommel  Pinchi  Perea
       Médico - Oftalmólogo
Cel:(511) 9999-59345 movistar
      (511) 99234-4524 claro
      (511) 423-3465 Consultorio

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cambian los valores?

 fue el peruano pragmatico y escogio entre dos valores,el mal menor. Es decir prefirio la eficiencia y la efectividad a cambio de la honestidad y la honradez?. O es que la honestidad y la decencia nunca fueron valores importantes al menos para la mayoria de los peruanos  incluyendo su suspuesta clase dirigente?.
Es que acaso en el Peru la vision de la mayoria de los padres de un proyecto de vida para sus hijos no es que sean exitosos profesionales?;  el exito academico a costa de cualquier precio?.  Incluso a costa de que no se tenga la acreditacion verdadera. La deformacion llega hasta la consecusion de titulos academicos falzos inexistentes. Universidades que otorgan sin estar acreditadas para hacerlo a individuos que por lo demas no lo merecen. Lo importante no es ser, sino aparentar ser. Lo verdadero no importa para nada. Es el resultado, el efecto lo que cuenta. Por eso no seria valido decir que el peruano ha sido pragmatico y ha escogido entre dos valores ante la frustracion de sucesivos gobiernos caracterizados por la ineficiencia y carencia de obtencion de resultados concretos. Es que la sociedad peruana nunca valoro la honestida desde los albores de la Republica. Bastaria con revisar someramente la historia del peru republicano de los primeros anos siguientes a 1821.
LOS padres de familia no estamos preocupados por que nuestros hijos siempre digan la verdad, porque sean honrados, porque no le hagan dano  a nadie intencionalmente, porque respeten a sus amigos, muchos de nosotros incluso instauramos preferencias entre ellos. Solo nos preocupa que esten en un colegio caro que saquen buenas notas.
 
Mas peligroso aun es que el valor justicia social se  internalizado en la escala de valores del peruano desde principios del siglo veinte  desplazando u ocupando el espacio de valores que nunca existieron.
Entonces ser una buena persona es alguien que se preocupa por la justicia social por los pobres aunque sea un ladron un mentiroso aunque apruebe el narcotrafico, la violacion de menores, el asesinato por ideas diferentes. Asi por ejemplo Castro en si Isla que mantiene presos tortura y asesina  no es sujeto de ninguna critica por los mismos que acusan al actual presidente de los sucesos del Fronton cuando una banda de asesinos tomaron el control de esta carcel con rehenes. Aqui no hay un minimo de justicia ni objetividad para jusgar los hechos. Por supuesto que con fanaticos tercos  narcisistas  individuos que creen que tienen la razon siempre y que son impermeables a cualquier critica no se puede discutir nada. Es como conversar con una pared. No tiene ningun sentido dialogar o intentarlo con personas que tiene en la estructura de su personalidad rasgos como el de racionalizar y justificar hasta el infinito todo lo que hacen o en lo que creen. Aqui solo se puede dar un dabate emocional de insultos o un choque de voluntades. De ideas ni pensarlo. No estamos hablando de eso cuando hablamos de la estructura de la escala de valores de los peruanos.
PERO que es la honestidad para los peruanos?. Por ejemplo para muchos la honestidad es algo asi:
cuando le preguntan a una chica peruana de  16 anos: que te parece que otra chica se bese dos veces con diferentes chicos en una fiesta; ella contesta : si lo hace esa chica que no conozco esta mal ;pero si lo hace mi amiga Carmen esta bien. Mas o menos el tipo de Moral que expresaba Leguia en una frase: la ley para mis enemigos, para mis amigos la ley soy yo.